lunes, 18 de julio de 2011

Vivir.

Es esa sensación la que lo mueve todo, algo así como un remolino de sensaciones por probar, olores por oler, de recuerdos por vivir, de vivencias por recordar...  Deja que te cuente un secreto, la grandeza de la vida no se puede medir, ni en kilómetros, ni en millas náuticas, ni en horas de vuelo. Lo verdaderamente grande es vivir y lo verdaderamente importante es compartirlo. Quiero refrescarte todo aquello que sabías cuando eras niño y que tal vez ahora ya no tengas tan claro. La vida es demasiado grande para vivirla dos veces, por eso, mientras estés en ella, disfruta de cada una de sus etapas. Relájate, disfruta, túmbate en la arena, deja que el sol acaricie tu nuca, abre los ojos, el mundo es perfecto y está aquí fuera, esperándote; luego la magia, la pones tú. Ríete todos los días. Lo que hace inolvidable un paisaje, son tus ojos, lo que hace inolvidable un momento, es tu actitud. Lo importante no es cuando cambiaste tu forma de ver la vida, sino cuando volverás a cambiarla. Observa todo a tu alrededor, cuantas más experiencias tengas, más grande será tu alma. Corre, pero sin prisa. La vida se pasa volando mientras haces planes, y luego no da tiempo de ponerlos en marcha. Viaja, piérdete, vive una gran aventura, cuando tengas 80 años, necesitarás historias que contar a tus nietos. Enamórate, cuéntaselo al mundo y manténlo vivo. Valora tu vida, pero también, la vida; así podrás hacer el doble de cosas, y disfrutarlas el triple. Siempre estás a tiempo, nunca será demasiado tarde para nada. Olvídate de medir tu tiempo en horas, días, años, éso sólo te servirá para para distraerte de lo verdaderamente importante, vivir. Así que créeme cuando te digo que te olvides de las medidas de las cosas y que sepas que siempre podrás elegir. Elige ser bueno, elige amigos, pareja, dónde ir y cómo reunirte, elige tu deporte, elige sabores, elige divertirte y desconectar de todo; pero decidas lo que decidas, vive haciendo realidad tus sueños. Y si vas a echar la vista atrás, que sepas que es mejor arrepentirse de lo que hiciste, que de lo que dejaste de hacer.

G.C.E.U.G.D