Lo voy a echar de menos.

Sí, lo voy a echar de menos. Voy a echar de menos todos aquellos días tirados en el patio, aquellas olimpiadas o las tardes en el gimnasio. Los partidos, las carreras, la antorcha, la cantina, tantas cosas. Cosas que se van a echar de menos, sin duda alguna. Lo más insignificante, como las bodas en la coca cola, y es que ya son 8 años, 8 años de los 13 que llevo de vida, mucho tiempo. Me conozco mi colegio como la palma de mi mano porque ha sido la casa de mi infancia, donde en cada rincón tengo un buen recuerdo que contar. Donde crecí, en el mismo lugar. Donde salí del coche con mi madre y con una gran sonrisa un 14 de septiembre de 2002, y contemplé la grandeza de la que sería mi casa. Desde allí ha tenido remodelaciones pero sigue siendo igual. Donde me conozco a cada niño a cada profe, cada clase. Y es que éste podrá ser el cambio más duro de mi vida dejando atrás parte de mí. Y sí, parecerá insignificante pero lo más pequeño llegará a ser lo más importante para ti. Cuando pierdes algo es cuando realmente se empieza a echar de menos. Pues es el sitio en el que crecí, en el que aprendí a leer, a reír, a llorar, a ser feliz... Donde conocí a mis mejores amigas y a aquellas que se quedaron en simples compañeras. Pues han sido 8 años inolvidables, 8 años de felicidad. Y es que tengo claro que el 22 de junio de 2011 no entraré en el coche con mi madre con la misma sonrisa que salí aquel día. Pues dejaré todo detrás, toda una vida de recuerdos. Y es que 8 años después de mi llegada al cole, 8 años después de mis primeras olimpiadas, 8 años después de haber conocido a mis amigos y, sobretodo dos mil novecientos veinte días después de haber aprendido a ser feliz nos vamos y lo olvidaremos todo. Nos vamos sin decir adiós, sin una simple corazonada de todo aquello que dejamos atrás. Sí, nos vamos sin dejar rastro a nuestro paso, dejando un mundo de recuerdos. Entramos con 6 añitos, yo con 5 y me voy con la sensación de que todo acaba y de que por mucho que hubiera ganas de crecer, crecer significa dejar atrás todo lo que amaste en una infancia lejana.